miércoles, 15 de octubre de 2008

Perón vuelve (relato de Ricardo Murúa)


El abuelo lee La Prensa acodado en la mesa del living en penumbras de ese departamento interno, pasillo al fondo, que alquila desde hace más de treinta años. La luz del sol llega en verano al mediodía y se va en minutos; la luz del sol no llega en invierno. El abuelo lee La Prensa aunque el abuelo no desciende de patricios, ni tiene haciendas, ni vive de rentas; es un jubilado estatal.

Como la zorra de la fábula, siempre prefirió alquilar; para qué tener propiedades, dan mucho gasto. El abuelo lee La Prensa mientras la abuela clasifica restos de variadas galletitas rotas compradas de ocasión en El Hogar Obrero; cuántas saladas vinieron esta vez; y las saladas le ganan la partida a las dulces, copando el frasco de vidrio; las dulces a la lata, por pocas y por más rotas. Ganaron las Criollitas partidas, perdieron las Lincoln destrozadas y las Boca de Dama mutiladas, otra vez será.

La Prensa dice que el tirano está por volver, La Prensa nunca quiso al tirano, por eso el abuelo quiere a La Prensa; La Prensa dice a veces cosas que enojan al abuelo.

 Muy bien Daniel, qué linda tu composición; la maestra tampoco quiere al tirano, por eso esta vez prohíbe que la ilustre.

El abuelo mira el reloj, la abuela entiende que es la hora de preparar el almuerzo; la perra entiende que dará la vuelta a la manzana previa al almuerzo. El abuelo espera en la vereda que la Nesca dé la vuelta, espera que al entrar esté la comida preparada, espera que su nieto aparezca por la esquina y cruce la avenida cuando él levante la mano; ahora; el guardapolvo blanco cruza hacia su inalterable destino de jabón en las manos de la abuela. Cómo te fue, ahí viene la Nesca, entremos; caminan por el pasillo hasta el último departamento, caminan por el pasillo con olores, predomina la lavandina y la cera que lo hace peligroso; no corras que te vas a caer; entran por la puerta con la letra E lustrada, con la E de entendiste estúpido.

Desde la escuela hasta la casa del abuelo hay dos cuadras, desde la escuela hasta la casa del abuelo varios frentes anuncian con carbón Perón Vuelve, Perón Vuelve, Perón Vuelve, Perón Vuelve, Perón Vuelve, cinco Perón Vuelve a puro carbón, en total diez Perones ida y vuelta; Perón Vuelve es la causa de la cachetada primera, única y última que el niño recibe en su vida; Perón Vuelve impone el silencio por el resto de la tarde con tareas, la valija está en su lugar, el guardapolvo no está sucio, la señorita Susana no puso malas notas, La Prensa está a salvo, el churrasco humea, la perra mueve la cola, la patria va a resistir, el tirano está por volver, las dulces perdieron otra vez, como siempre. Y a comer.

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